No es posible describir Cabo de Gata en tres días que estuve de vacaciones, de hecho, creo que incluso estando tres años me habría faltado el tiempo para conocer toda aquella hermosa región.
Es evidente que no elegí el mejor de los momentos para visitar Cabo de Gata. En pleno mes de Agosto, la zona sufre siempre algo de masificación aunque, también hay que decirlo, nada parecido a otras zonas y playas en verano. Lo peor que llevé fueron los cielos despejados, planos, sin nada más que el profundo y liso azul tras el horizonte. Busqué también la puesta de sol tras el Arrecife de Las Sirenas, pero en Verano el Sol se oculta tras el faro y sólo en invierno, supongo, sería posible meter en una fotografía Sol y Sirenas.
Pasé el primer día en familia, fuimos a visitar la Playa de Los Escullos por la mañana y por la tarde decidí volver por si podía sacar algo decente. La zona tiene muchas rocas de formas caprichosas, erosionadas por el viento y el mar. Saqué algunas fotos del mar rompiendo contra las rocas y de las formas extrañas, pero raudo me puse en marcha por si podía hacer Las Sirenas con la puesta de sol. Por el camino paré para fotografiar el Cerro de los Frailes, un par de montañas que destacan sobre el horizonte almeriense en las cercanías, todavía, de Los Escullos. Enfilando la carretera ya de Cabo de Gata, una imponente iglesia nos recibe a pie del mar, La Iglesia de San Miguel, junto a la Almadraba. El Sol se ocultaba por el horizonte y aproveché la ocasión para fotografiar la Iglesia y la puesta con las escasas nubes que decoraban el cielo. Llegué al faro de Cabo de Gata de noche y solo pude volver de nuevo a casa ya que, siempre he sido bastante precavido, para realizar tomas nocturnas prefiero conocer la zona y la localización previamente, especialmente estando solo.
Al día siguiente me levanté temprano y fui directamente al faro donde comencé a sacar algunas imágenes mientras salía el Sol para terminar bajando al Arrecife. Cuando la luz se hizo imposible, volví a casa donde me esperaban para desayunar.
Por la tarde, en otro resquicio de tiempo, regresé al lugar. Todavía era temprano así que aproveché para recorrer el carril que circunda el Cabo de Gata y subí al mirador desde donde podemos ver toda la costa, tanto la de levante como la de poniente. Paré en el Arrecife del Dedo e hice lo propio en la playa de Punta Baja, donde podía observar Las Sirenas por la parte de Levante, así como el faro. Aquí terminé la jornada esperando ver ponerse el Sol por detrás del arrecife, pero era algo imposible en esta época.
El último de los días los pasé en familia, no podía venir a ver a mi hermana y mi sobrino y estar todo el día haciendo fotos. Solo por la tarde pude acercarme para realizar el atardecer, en esta ocasión desde las inmediaciones de Las Sirenas donde pude buscar un sitio que me gustaba y esperar tranquilamente a la llegada de la luz especial, probando con filtros neutros e incluso experimentando otros coloreados. Terminé la tarde allí mismo y se me vino la noche encima y, por tanto, la hora. Tuve que volver rápido a casa donde me esperaban para cenar.
Esto fue todo, no fue mucho, pero fue lo mejor que pude hacer trayéndome conmigo las ganas de volver, quizás algún día, quizás pronto.
Podéis encontrar mucha más información en internet, os dejo algunos enlaces;
Asociación Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar
Junta de Andalucía
Wikipedia