Fotografiando a través de un telescopio
El Digiscoping es una técnica fotográfica que combina dos elementos fundamentales; una cámara fotográfica y un telescopio, sin embargo, no es, en absoluto, una técnica novedosa. Efectivamente, ya cuando yo me compré mi telescopio Leica Televid, hará más de 15 años, existían adaptadores fotográficos para poder acoplar el telescopio al cuerpo de una cámara réflex, por no hablar del tiempo que hace que los astrónomos fotografían las estrellas con sus telescopios y sus cámaras, algunas adaptadas.
Por tanto, ¿qué hizo de especial que esta técnica tuviera un desarrollo tan impresionante?, sin duda alguna, fue el boom que estalló en el mercado de la fotografía con el desarrollo de la fotografía digital y el costo tan económico para conseguir unas magnificaciones tan impresionantes.
No obstante, hoy es casi por todos asumido que el Digiscoping es usado en la fotografía terrestre, especialmente en la de naturaleza, utilizando un telescopio terrestre o bien un astronómico de pocos aumentos.
No es, por tanto, de extrañar, que los primeros “digiscopers” fueran los observadores de aves (“birdwachers”) extranjeros que descubrieron que podrían documentar una observación con una calidad relativamente decente con tan solo acercar la pequeña cámara compacta digital al telescopio y tomar una foto a pulso.
Los resultados de aquellas tomas fueron pasando por el mundo de la ornitología ganando cada vez más adeptos ya que era un gran número de ornitólogos los que tenían telescopios y cada vez eran más económicas las cámaras compactas digitales.
Como es lógico, también llegó a nuestros ornitólogos españoles y pronto muchos aficionados a las aves tuvimos en nuestras manos una cámara compacta que tratábamos de hacer funcionar para realizar esta novedosa técnica, la cual, cada día se desarrollaba más y más, siendo precisamente nuestro país uno de los más desarrolladores del sistema.
Pero……¿ Servía cualquier telescopio?, ¿servía cualquier cámara?. Éstas eran una de las primeras preguntas que se hacía la gente. Para la primera se podría decir que sí (con matices), serviría prácticamente cualquier telescopio, todo dependería de la calidad que quisiéramos conseguir. Para la segunda, lamentablemente la respuesta era; no. En realidad, más que la cámara los que podían o no servir eran los objetivos que montaban éstas. Lógicamente esto no era solucionable en las cámaras compactas, pero sí era corregible en las cámaras réflex, tan solo cambiando de objetivo.
El principal problema que nos encontrábamos era el llamado viñeteo que, si bien en fotografía era ampliamente conocido este término, en digiscoping prácticamente lo hemos considerado al círculo negro que se apreciaba alrededor de la fotografía y que correspondía con parte del ocular del telescopio y que no siempre era eliminable. Sin embargo, el viñeteo se producía por otros factores añadidos también al objetivo por lo que, generalizando exageradamente, podríamos decir que cuánto más grande era el ocular, menor viñeteo se produciría, cuanto mayor angular también mayor viñeteo pero …..incluso se podía producir viñeteo en compactas cuyos zoom podían superar los 4 aumentos (prácticamente éste era el tope de zoom que podía tener una cámara compacta si queríamos tener una remota posibilidad de que sirviera para Digiscoping).
En réflex, el objetivo más usado era el 50mm, aunque no ha sido el único pues los propios objetivos zoom, siempre y cuando superaran una focal, también eran usados en Digiscoping, de hecho, yo mismo he usado más veces el objetivo 28-80mm que el endeble 50mm 1.8II. Eso sí, el viñeteo se perdía a partir de los 40-45mm.
Lo principal ya estaba, existían las cámaras, compactas o réflex, existían los telescopios, astronómicos o terrestres, pronto empezaron a surgir numerosos accesorios para facilitar la técnica siendo, sin duda alguna, el adaptador para unir Cámara y Telescopio el más desarrollado de todos encontrándose distintos tipos, casi todos caseros, posteriormente comercializables. Pero hubo visores, disparadores, pletinas, Displays LCDs externos, etc. que complicaron mucho la técnica, aunque beneficiaban la calidad resultante de la fotografía.
Básicamente la cámara se acoplaba al telescopio de tres maneras:
1- A foco primario. Fue el primer método conocido, consistía en adaptar el cuerpo del telescopio (sin ocular) y acoplarlo al cuerpo de una cámara réflex como si de un objetivo se tratara mediante un adaptador específico de la marca del telescopio (llamado comúnmente "Photoadapter"). Lógicamente solo las cámaras réflex podían usar este método, siendo el de mayor calidad, pero también el de menor longitud focal conseguida, en el mejor de los casos 1.000mm si hablamos de telescopios terrestres (sin tener en cuenta el factor de multiplicación del sensor si lo hubiera).
2- Método Afocal. Fue el más extendido pues era compatible tanto para equipos réflex como compactos y no precisaba adaptador alguno, al menos específico. La idea era sencilla, se acercaba el objetivo de la cámara (sea compacta o réflex) al ocular del telescopio y se realizaba la foto. Tenía la ventaja de contar con los aumentos del ocular siendo sumables los aumentos del zoom de la cámara. Por tanto, con él se conseguía una mayor longitud focal con una calidad aceptable que iría empeorando cuánto mayor grado de ampliación tuviéramos de imagen.
3- Proyección del Ocular. No ha sido muy extendido probablemente debido a que la calidad del sistema no estaba a la altura del método por el foco primario y casi me atrevería a decir que tampoco llegaba al método afocal. Consistía en proyectar la imagen en el sensor a través del ocular. Para ello, bastaba quitar el objetivo a una cámara réflex (no servía para compactas) y acoplar la cámara con un adaptador opaco que sólo permitiera pasar la luz proyectada. Con este método era posible modificar la magnificación de la imagen con tan solo alejar un poco más la cámara, por el contrario, era muy fácil que en la imagen final salieran las numerosas manchas del ocular y de cualquier lente que se pusiera en medio. Además, el sensor quedaba demasiado expuesto a la suciedad y era recomendable añadir algún filtro UV para, al menos, evitar dejar el sensor al aire.
Los adaptadores tuvieron una importancia fundamental si queríamos, básicamente, estabilizar el conjunto y sacar fotografías definidas puesto que la luminosidad en Digiscoping era escasa y los tiempos de exposición no solían dar mucho juego, menos en las compactas donde el ISO apenas podía superar las 400 ASA sin estropear la imagen.
Por supuesto, era obvio que la utilización de un buen trípode y rótula mejoraba mucho esta cuestión, aunque se han dado casos, muy pocos, de personas que han disparado a pulso todo el conjunto (telescopio y cámara) para captar aves en vuelo, eso sí, con equipos réflex, telescopios rectos e ISOS aumentados.
Hoy sigue siendo un método de fotografía muy utilizado, pero creo que ha vuelto un poco a sus orígenes, a fotografiar con el único propósito de documentar, cada vez con más calidad, las observaciones. Muchos de los fotógrafos que querían ir un poco más allá terminaron por pasar a la fotografía convencional con teleobjetivo.
Hoy puedo opinar que el equipo de digiscoping ideal es una cámara compacta cuyo viñeteo sea mínimo, un telescopio de calidad, a ser posible tratado con fluorita y un ocular luminoso. El digiscoping con cámara réflex no es tan atractivo, no creo que la calidad sea la misma (al menos en mi caso), pero tampoco la magnificación es tan grande.
Hubo en España algunas webs que trataron muy bien este sistema de fotografía, pero que hoy están desaparecidas o terminaron evolucionando al mundo de la fotografía tradicional;
www.photodigiscoping.com
www.fotodigiscoping.info
www.asedi.org